Después de esta segunda fecha del torneo local ya es un hecho que San Martín jugará las finales. Un equipo sólido, regular y con una dirigencia a primera vista seria, está muy cerca de su tercer título nacional. Se quitó de encima al José Gálvez, en un partido sencillo que por un momento pareció complicarse dado que el árbitro les anuló un gol (prefirió acatar los reclamos del arquero Ferreira en vez de su propio criterio o el de su juez de línea). San Martín alegra a sus involucrados: dirigencia, comando técnico, la muela y hasta a sus mil hinchas, pero no parece agradar a la prensa y a los que hacen publicidad. Todos quieren que gane Alianza, la U o Cristal, supuestamente de ellos sale el dinero, sin embargo San Martín es el equipo neutral que hace buen futbol y a pesar de eso no lo queremos.
Alianza Lima también tiene las cosas claras, o debería. Con ese equipo no pasa nada. Hay muchas intenciones pero poca efectividad, los refuerzos son inútiles, Curiel no puede jugar en un equipo grande, los extranjeros han venido a lesionarse, etc. Se demuestra en la cancha, CNI estuvo a la altura de un Alianza que pretendía campeonar sin darse cuenta de su reducido plantel.
La U también es dificultad tras otra. Chemo se acomoda donde lo llaman, o donde pueda entrar: primero dejó un proceso de aprendizaje con la U. Católica para estafarnos en las Eliminatorias y ahora dirige desde la tribuna (en esta oportunidad fue desde una casita). Fernández será Superman para las fotos; pero no es la primera vez que se le escapa la pelota. Ningún medio se lo ha recordado.
Finalmente en la otra liguilla los partidos fueron destacados. El Aurich y León se dieron con todo y se nota que nadie piensa ceder posición, esto se jugará hasta el final. Alianza Atlético se resistió a caer, y quizá termine descendiendo pero si juega partidos como este último por lo
menos salvará el honor.
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